Por más oscuro que esté el camino, el sol siempre nos recuerda que está ahí, como en la primavera. Escogí la palabra esperanza porque es como me siento ahora. Dios ha escuchado mi llamado. Él me trajo a la Casa de la Paz. Las palomas representan la paz y la tranquilidad que he encontrado aquí. Cuando me siento así, mi vida crece como un árbol nuevo que vive cerca del agua y mi mundo tiene color de nuevo.
Llegar a la Casa de la Paz me permitió encontrar paz y una comunidad de amigos. He aprendido a compartir mi historia con las demás y a escuchar sus historias también. Todas compartimos experiencias previas semejantes de sentir maltratadas, presionadas, humilladas y despreciadas. Muchas de nosotras nos hemos sentido solas y con desesperación. Ahora todas nos sentimos bendecidas al compartir nuestras vidas entre nosotras.